Estoy dentro

El espacio puede ser un lugar muy peligroso, sobre todo el que tienes entre tus orejas.

 

En estos últimos 4 años de mi vida han pasado tantas cosas que ni se me ocurre la manera de poder empezar a contártelo.

Si estás en esta página es porque alguien te ha hablado de mi, porque me has escuchado en algún podcast o entrevista en youtube...porque en redes no me encontrarás, ni en Google prácticamente.

Pero voy a ser directo, escribo emails, uno cada día. Son cortos, pero buenos, o eso dicen. O eso creo.

En esos emails hablo del cerebro. Y de mentalidad. Y de dinero a veces. Y de otra cosas.


Pero bueno, por si todavía sigues leyendo me presento.

 

Me llamo Dani Marín y me dedico a investigar y estudiar el funcionamiento del cerebro y la mentalidad. 

Me refiero a cómo la mentalidad y los miedos pueden hacer que tu vida sea una versión ridícula de lo que podría ser y qué puedes hacer para que deje de pasarte.

Tengo una newsletter donde cuento las ideas más importantes que voy descubriendo sobre este órgano que (te guste o no) te afecta.

¿Cómo te afecta? Fácil

Hay demasiadas cosas que dejas de hacer porque crees que no eres capaz de hacerlas o porque te da miedo intentarlo o porque no te sientes preparado. Eso hace que te sientas mal, como si fueras un inútil frustrado que no aspira a nada.

Yo al menos me sentía así. Y muchas personas con las que trabajo también.

Personas que ahora venden más y sin pasarlo mal, personas que tienen más y mejores clientes, personas que confían más, se sienten mejor, más ilusionadas y seguras de sí mismas y, lo mejor de todo, ahora saben que tener un negocio rentable o sacar adelante un proyecto, depende de ellos...

¡Y de nadie más!


Hace un tiempo decidí escribir cada día un email sobre cómo funciona el cerebro.

 

Lo hice pensando en que me serviría para dos cosas:

1. Ordenar mi cabeza con las ideas que iba aprendiendo (no hay nada mejor que escribir para eso)

2. Ayudar personas que tuvieran algún proyecto a que no se quedaran sin desarrollarlo por tener miedos e inseguridades. Da igual si el proyecto era propio o por cuenta ajena, pero que no dejaran de intentarlo por esos miedos.

Cada vez se apuntaba más y más gente a la newsletter. Y cada vez estaba más motivado para seguir escribidiéndola.

De eso hace ya más de un año. Y la cosa promete.

 

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Aunque puede ser que...

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