Estoy dentro

Es la manera en la que

ves el mundo

Si crees que ganar mucho dinero con tu negocio no es posible o depende de la suerte o de que seas un traficante.

Si crees que cuando vas a hablar con alguien vas a molestarle y mejor esperar que sea él quien venga a ti.

Si crees que vender es algo inmoral, vulgar o indecente.

Si crees que hablar en público y pasarlo bien son cosas incompatibles. Lo mismo para trabajar y pasarlo bien.

Si crees que tienes que tenerlo todo controlado para hacer algo.

Si te suenan estas cosas o algunas parecidas es porque tienes una mentalidad débil.

 

Lo sé porque yo la tenía y todas esas cosas, me las creía. 



Ahora no, ahora:

- Digo el precio con la misma seguridad que le doy la hora a alguien que me pregunta por ella.

- Cuando veo que tengo que subirlo, lo subo. Punto

- Me encanta hablar en público, con las oportunidades que eso me da

- Doy por hecho que van a suceder cosas con las que no contaba. Y no me estresa saberlo.

- Si tengo que decirte algo, te lo digo. Te siente bien o mal, siempre con educación, obvio.

- Si tengo que llamar llamo, si tengo que enviar un email lo envío o si tengo que rechazar un cliente, lo rechazo. Pero no me pongo excusas.

- Si tengo alguna idea en la cabeza, la saco de ella y la pongo en práctica para ver si funciona. No espero a que Dios me de una señal de que es el momento adecuado.

 

Todo eso es consecuencia de haber trabajado mi mentalidad.

Ahora ayudo a otras personas a trabajarla también.

Pero eso ya mejor te lo explico aquí: